He acumulado todas las letras que tengo y aún no logro escribir, ya vacié cada frase para no ver un mensaje tuyo y no es excusa que pueda entender, mi mente graba cada fragmento de tinta en la pupila de mis ojos, es cada trazo un cabello y cada curva un recuerdo, cada segundo que gasta mi mano que intimidante a mi razón de parar desafía letra a letra la negación de escribirte, y es, ni más ni menos que la naturaleza de mi mismo haciendo gala de un mar de blanco y negro sobre papel mate que cargo en brazo bajo la lluvia y destrozo cual fiera en cautiverio cuando el pesar me aqueja, no es que me sobre tinta, es más bien que me falta lienzo para mi, para ti, para nosotros, para todo.
Me falta lienzo que no sea esclavo del tiempo y que no se rompa al pasar la hoja, no sobra tinta sino falta una tela de cielo así de infinita, sí, como el cielo para buscar cruzando las estrellas esa imagen que valga todas las palabras que éste humilde artesano no puede dibujar en un mísero papel.
Me falta una tormenta que borre cada onda sobre la arena que aún el tiempo no ha borrado, no sobra tinta, faltan palabras.
